Y si el lunes os traía una receta de mi yaya Ana, hoy os traigo una receta que hacía mi abuela Leonor y que mi madre tenía muchas ganas de hacer. La coca escudellá (traducida como coca servida) es una especie de bizcocho fino y esponjosos hecho con calabaza y que además lleva nueces y pasas. 

Os recomiendo probarlas porque están realmente buenas, son muy suaves y se conservan perfectas y esponjosas aunque hayan pasado 2-3 días. 

1. Pelamos y cortamos la calabaza en trozos y la hervimos hasta que este blandita. Podéis hacerlo con calabaza asada si lo preferís.

2. Con un robot o varillas eléctricas batimos los huevos. Una vez estén bien batidos, incorporamos poco a poco el azúcar hasta mezclarlo todo bien.

3. A continuación, y sin dejar de batir, añadimos la calabaza, el aceite, la harina y los sobres de gaseosas por ese orden.

4. Cuando la masa este toda integrada dejamos de batir y añadimos las nueces y las pasas y con una espátula lo mezclamos (ya sin robot/varillas eléctricas)

5. En la bandeja del horno ponemos las obleas (la que nos quepan sin que queden pegadas) y servimos (de ahí su nombre) con un cucharón un poco de masa a cada oblea y la repartimos sin llegar a los bordes. Decoramos con azúcar.

6. Con el horno precalentado a 180º horneamos durante 15 minutos aproximadamente (más o menos hasta que veamos que están doradas) Una vez estén listas las sacamos y dejamos enfriar antes de probarlas. Os aseguro que os van a encantar y no vais a poder dejarlas enfriar.